jueves, 26 de diciembre de 2019

Assassin's Creed - Gráficos y sonido

Los gráficos y las cinemáticas

Centrándonos ahora en la parte visual de Assassin’s Creed, lo primero que el jugador advierte es la enorme cantidad de colores grisáceos que los diseñadores usaron y que llega a aburrir un poco a la vista. Todo parece triste y apagado, aunque también es cierto que realza la sensación de calor y de humedad en las ciudades desérticas y costeras, respectivamente.


A lo mejor el Animus tiene un defecto de fábrica con la saturación 🙄

La gran calidad de las animaciones de los cuerpos y de las telas tan solo se ve eclipsada por los primeros planos a los personajes. El modelado de los rostros está tan bien trabajado como los detalles más finos del resto del mundo; sin embargo, el escaso trabajo en las animaciones de las expresiones faciales no pasa desapercibido.

Parece que en Tierra Santa era de mala educación mirar a la cara de tu interlocutor

En cuanto a las cinemáticas, renderizadas con el motor de juego, se echan en falta los subtítulos o la posibilidad de pausarlas. Aunque no se avise, lo único que el jugador puede hacer durante estos momentos es cambiar de cámara entre unas pocas predefinidas y fijas, captando diferentes ángulos de la escena. Son cinemáticas que se ajustan a lo tradicional, donde el jugador es un mero espectador, pues carecen de opciones para los diálogos o eventos de tiempo rápido. Además, a la hora de repetir bloques de memoria ya superados, que es cuando uno quiere saltárselas, descubre que no puede.

El castigo de fallar una misión secundaria es tener que escuchar el monólogo introductorio de nuevo 😴

El sonido

La banda sonora de Assassin’s Creed es mayoritariamente imperceptible, pero esto no resulta algo malo, ya que los efectos de sonido y las voces de los personajes no jugables a tu alrededor resultan suficientes para ambientar cada partida. Las pisadas, los choques de espadas… Todo es más vívido gracias a que los efectos de sonido han sido tratados con el mismo cuidado que los detalles gráficos.

En cuanto al guion y la actuación de las voces del juego, solo puede decirse que la calidad está a la altura de todo lo demás. Esto, de hecho, choca en el momento en el que ves esos rostros inexpresivos de los personajes con un tono y énfasis en sus diálogos tan labrado. El gran trabajo de los guionistas y de los actores de voz atrapa la atención del jugador.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Assassin's Creed - Personajes no jugables


Durante la partida, el jugador nunca está solo. Una multitud de variados personajes recorren el mundo. Su apariencia y su comportamiento permiten distinguir a unos de otros inmediatamente, lo que es de gran ayuda cuando la acción se vuelve trepidante y no hay demasiado tiempo para pensar. De hecho, en ese mismo momento te das cuenta de la enorme cantidad de personajes que pasean por las calles, pues resultan un obstáculo a la hora de huir y muy útiles a la hora de esconderse.

El arte de ocultarse a simple vista.

Según sus roles, los personajes no jugables pueden agruparse en cuatro grupos:

Ofensivos. Este grupo no solo engloba a los guardias, los cuales pueden subdividirse en normales, fuertes y arqueros; sino también a los locos, los bandidos y las mendigas. Los primeros no hacen sino deambular erráticamente por ciertas zonas del mapa a la espera de que te acerques para propinarte un fuerte empujón que te descubre si estabas oculto. Resultan personajes bastante molestos, pues si te empujan contra un guardia, éste se molestará y probablemente desenvaine su espada contra ti.

A los bandidos (o, como yo les llamo, los dispensadores de cuchillos arrojadizos) no les gusta que te acerques demasiado a ellos. Si no tienes cuidado puedes encontrarte rápidamente metido en una pelea callejera en la que, siempre que no saques ningún arma, los guardias no intervendrán. Al eliminar a uno de estos personajes, puedes conseguir algunos cuchillos arrojadizos, un arma que se desbloquea en el tercer bloque de memoria y que, lógicamente, se gasta con el uso.

Las mendigas se lanzarán sobre ti en cuanto entres en su radio de acción. En principio no son violentas. Ellas sólo se colocan delante de ti, estorbándote el paso y pidiendo unas monedas. Eso sí, si las esquivas escalando una pared, no dudarán en bajarte de ahí a pedradas. Y tienen buena puntería.

Volviendo a los guardias, cabe destacar que la mayoría no son agresivos sin razón. Los arqueros sólo te atacarán (sin moverse de su posición) si te ven en alguna azotea, mientras que el resto de guardias lo harán únicamente cuando les ataques tú primero o cuando te acerques demasiado a las puertas que bloquean o a los ciudadanos que estén acosando. No obstante, hay ciertos guardias que sí te están buscando: las patrullas. Si no estás oculto cuando pasen por tu lado, prepárate para enfrentarte a media docena de espadas.

No se puede pretender caer bien a todo el mundo.

Por último, cabe destacar que hay una diferencia fundamental entre los guardias y el resto de PNJs: la interfaz Animus no tolera el asesinato de los bandidos, locos o mendigas, por más molestos que puedan resultar. Te dará un par de avisos y, si insistes, te expulsará del sistema.

Pasivos. Hay otro grupo de personajes a los que tu presencia no les molesta, pero tampoco les agrada. Simplemente les das igual. Su función principal es caminar por el mapa y ser un estorbo cuando tengas que correr. Aunque si están sentados en un banco, te permitirán sentarte a su lado y esconderte de los guardias (siempre que les hayas dado esquinazo primero). Hay un tipo especial de PNJ de este estilo: las mujeres con cestas o los hombres con bandejas. Si te chocas con alguno de ellos, dejarán caer aquello que lleven y te echarán la culpa. Esta alteración del orden público no pasará inadvertida a los guardias cercanos.

A mí me da que los jarrones están vacíos 😂

Aliados. Salvar a los ciudadanos en peligro tiene su recompensa: los eruditos y los vigilantes son personajes aliados que te ayudan a evitar a los guardias. Puedes camuflarte entre los primeros para acceder a zonas vigiladas fuertemente sin que noten tu presencia. Por otra parte, los vigilantes retendrán a los guardias que te persigan cuando pases a su lado, dándote más tiempo para escapar o esconderte. Dentro de este grupo podría incluir también a los Asesinos esparcidos por las ciudades. No te ayudarán en nada, pero te darán información sobre tus objetivos de asesinato a cambio de ciertos recados.

Es importante saber con quién juntarse.

Las misiones secundarias que te encargan tus hermanos son diferentes de las tareas ordinarias de un Asesino y aumentan en dificultad conforme avanzas en la historia. Éstas pueden abarcar desde correr una inofensiva carrera por los tejados hasta eliminar arqueros o guardias móviles sin ser detectado. También hay una misión de escolta, en la que deberás proteger al compañero de las oleadas de guardias que vienen a por él hasta que llegue a un punto seguro. Para mí, la misión más difícil que hay es la destrucción de puestos de comerciantes corruptos y la más divertida es la recogida a contrarreloj de estandartes, un buen entrenamiento de parkour.

Víctimas. También conocido como el grupo de los malafortunados, aquí englobamos a aquellas personas que son objetivos de hurto, de fisgoneo, de interrogatorio o de asesinato. Solo las dos últimas mostrarán cierta resistencia a tu trabajo, pero son gajes del oficio.

No te va a gustar lo que viene a continuación, colega.

jueves, 19 de diciembre de 2019

Assassin's Creed - Primeras horas

Assassin’s Creed comienza rescatando una de las premisas más clásicas de la ciencia ficción: no hace falta explicarlo todo. Te llamas Desmond y te han secuestrado un señor mayor y su joven ayudante, quienes te meten en una máquina que te permite revivir los recuerdos de tus antepasados analizando tu secuencia genética. No necesitas saber más: ni en qué país estás, ni cómo era tu vida antes del secuestro, ni cómo funciona la extraña máquina en la que te hacen recostarte. Nada. Sin duda es un comienzo atrevido, pero totalmente acertado, pues te permite adentrarte en la acción de manera inmediata. Al principio te encuentras absolutamente descolocado; algo que no es casual, pues hace que te sientas como si realmente estuvieras en la piel del protagonista.



Podría decirse que el juego tiene dos tutoriales, uno más sutil que el otro. Al principio, la voz de la interfaz de Animus te enseña lo más importante acerca de la jugabilidad y los controles en menos de cinco minutos. Luego, el sistema te lanza a explorar Tierra Santa, donde, mientras los paisajes y la historia te dejan maravillado, el tutorial continúa, enseñándote las tres misiones principales que puede llevar a cabo un Asesino: el fisgoneo, el hurto y el interrogatorio. En realidad, más adelante puedes encontrar otros tipos de misiones, pero éstas fueron incluidas más tarde, en la versión del director que se lanzó para PC el 8 de abril de 2008.



No es ninguna sorpresa lo que se desvela tras el tutorial, y es que el objetivo del juego es asesinar a nueve personas que controlan las ciudades cercanas de Acre, Damasco y Jerusalén. Cada ciudad tiene tres barrios y cada objetivo está en uno diferente; de modo que, cuando visitas por primera vez una ciudad, solo puedes acceder a uno de los barrios, en tu segunda visita desbloqueas una nueva zona y en la tercera (y última) ya puedes recorrer toda la ciudad. Siendo esto así, parece lógico pensar una manera rápida de dividir el juego en niveles para el guardado de partida: a un nivel por barrio (o por objetivo, que sería lo mismo). Sin embargo, los desarrolladores decidieron dividir el juego en lo que ellos llamaron “bloques de memoria”, particiones que pueden incluir hasta tres asesinatos.

Afortunadamente, el juego cuenta con un sistema de autoguardado que te libra de tener que jugar el bloque de memoria al completo de una sola vez, pero tiene un gran fallo. ¡Aviso a los completistas! Una vez superado un bloque de memoria, si se vuelve a jugar ese mismo bloque, el juego no autoguardará el progreso en las misiones secundarias; es decir, "sólo" se guardarán los coleccionables: los estandartes recogidos, los ciudadanos rescatados, los templarios eliminados y las atalayas escaladas. Para guardar el progreso de la historia (y la completitud de las misiones de cada barrio), se debe completar todo el bloque de memoria de nuevo de una sola vez. Esto es importante, pues en cada barrio hay 6 misiones diferentes, pero solo hace falta hacer tres para poder realizar el asesinato. Si te dejases una atrás (y quieres que esa barrita de sincronización aparezca en tu menú principal pintada de azul clarito), tendrías que repetir el bloque de memoria al completo.

Por otro lado, es adecuado señalar que la división en niveles de Assassin’s Creed es apenas perceptible. La historia fluye de manera continua y con un ritmo muy ligero. Estos dos factores, junto con el nivel de detalle gráfico que alcanza el juego, capturan irresistiblemente al jugador.



La interfaz de usuario pasa casi totalmente inadvertida. Aún así, contiene todo lo que puedas necesitar: arriba a la derecha, un panel de controles te indica en todo momento qué opciones tienes al pulsar diferentes combinaciones de teclas; abajo a la derecha, un minimapa te indica la distancia a los elementos más cercanos (lamentablemente no te señala las paredes ni los caminos, para eso hay que desplegar el mapa de mundo); abajo a la izquierda, un panel indica qué arma tienes equipada; y, finalmente, arriba a la izquierda encuentras la barra de vida, que en Assasin’s Creed se mide como el nivel se sincronización con tu antepasado, Altaïr. De hecho, cuando se alcanza un nivel muy bajo de sincronización, el entorno comienza a desaparecer y todo se vuelve borroso y confuso. En esta misma esquina se encuentra también un indicador de colores que te dice si los guardias te han detectado, si están alertados de tu presencia o si estás totalmente oculto de ellos.


Ese guardia me ha detectado...

domingo, 15 de diciembre de 2019

Assassin's Creed - Introducción


El 13 de noviembre de 2007 salía a la venta, para las consolas más populares de ese momento, un videojuego que marcaría toda una era; el primero de toda una saga no solo de juegos, sino también de libros, cómics y, más recientemente, películas: Assassin’s Creed.

Si bien el juego tardó cinco meses en llegar a los jugadores de PC, más he tardado yo en jugarlo. Desde que un buen amigo me introdujera a lo que pronto se convertiría en la pesadilla de mi cartera -los indie- tengo por costumbre jugar a juegos pequeños. Esto cuadra de maravilla con el poco tiempo libre que me asigno en mi agenda. Sin embargo, siempre arrastraba conmigo la añoranza de sentarme delante de mi PS2 o mi PS3 y pasar horas y horas explorando mundos, descubriendo todos los secretos ocultos, completando la historia, etc. Los grandes títulos no hacían sino aumentar en cantidad en mi lista de deseados (y, por incontinencia, en mi biblioteca) de Steam, hasta que un glorioso día de verano decidí darme un capricho: jugar a un juego grande.

Previamente he hecho un par de hilos de Twitter (AER – Memories of Old y RiME) contando brevemente mi experiencia de juego y destacando lo que me había gustado y lo que no, entre otras observaciones. Intenté hacer lo mismo con Assassin’s Creed, pero al publicar el vigesimosegundo tweet me di cuenta de que se me iba de las manos.


¡Oh, si tan solo hubiera una manera de escribir algo sin que esté limitado a 280 caracteres…! Espera, si la tengo, ¡tengo un blog! ¿Y qué idea mejor para reanimar una web que lleva en coma desde 2013 si no es comentando un juego de 2007?



Eres un Assassin que acecha a su presa con una hoja oculta. Un guerrero envuelto en el misterio y temido por su crueldad. Tus acciones pueden sembrar el caos en tu entorno inmediato, y tu propia existencia determinará los acontecimientos futuros durante este momento crucial de la historia.
Domina las habilidades, las tácticas y las armas del clan de guerreros más letal y secreto de la historia, incluyendo el manejo de la mortífera hoja oculta.
Acecha a tu presa en entornos de final abierto, ricos en detalles y de gran precisión histórica. Trepa por edificios, monta a caballo y mézclate entre la multitud. Haz todo lo necesario para lograr tus objetivos.
Vive una acción intensa mezclada con animaciones fluidas y precisas. Usa una amplia variedad de armas medievales y enfréntate a tus enemigos en duelos a espada de gran realismo.